jueves

Diamante de sangre.

Ayer, miércoles, día de salida a mitad de precio, fui al cine. Tenía días sin hacerlo y me metí al azar a la primera que enconté. Diamante de sangre resultó ser la elegida por la desesperación y la prisa. Al acordarme estando sentada en butaca que uno de los protagonistas era Leonardo Dicaprio, quise huír sin decir adiós a mi acompañante. Haciéndome recapacitar de que podría " estar buena", me quedé en mi asiento.

La película tiene en común con muchas otras, pero es inteligente y en ocasiones tiene sus bajas; el ritmo disminuye en un grado increíble que puedes tener una conversación con el de a lado y no te pierdes de mucho. Pero tiene encanto y el final es muy divertido, porque se hizo un gran esfuerzo por no caer en el cliché de los finales. Véanla y opinen.

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